Murió este lunes 24 de julio el filósofo y antropólogo francés Marc Augé. De largo trabajo en la academia, las contradicciones entre el capitalismo, el progreso y dimensión humana y su alienación motivaron parte de sus ensayos, muy leídos en nuestro país y estudiados incluso en la carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

En la misma ciudad donde nació en 1935, en Poitiers, falleció a los 87 años. Sus estudios de etnografía y sociología le valieron reconocimiento fuera de Europa. A principios de los años 90 acuñó el término “no-lugar” para referirse a espacios de transitoriedad, sin carácter ni identidad, donde el ser humano es anónimo y se encuentra atravesado en su esencia: autopistas, hoteles, aeropuertos o supermercados.

“Me parece que estamos en el apogeo, una potenciación de los factores de la modernidad: el individualismo, la aceleración de la historia y la retracción del espacio. Sobremodernidad es sobredeterminación. No es un grado más sino que hay más factores en juego”, desglosó de esa manera una de sus ideas también pensadas en todo el mundo, la “sobremodernidad”.

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En 2016 visitó la Argentina por última vez, como invitado estrella a la Noche de la Filosofía realizada en el CCK de Buenos Aires. 

Como docente, Augé dio clases de antropología y etnología en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de París (EHESS por sus siglas en francés), de la que fue director entre 1985 y 1995. También fue responsable y director de diferentes investigaciones en el Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS de sus siglas en francés).

Entre otros libros, escribió Los no lugares, Las formas del olvido, ¿qué es la antropología?, El tiempo sin edad, El antropólogo y el mundo global.