Hace 10 años Córdoba amanecía con una trágica noticia. El corredor de Sierras Chicas que va desde Ascochinga hasta Villa Allende fue el epicentro de una brutal inundación. Entre la noche del 14 y la mañana del 15 de febrero de 2015 llovieron cerca de 300 milímetros en un lapso de poco más de 12 horas. 

La lluvia, que no fue prevista por ningún sistema de alerta, hizo desbordar a ríos tranquilos y arroyos que se presumían desaparecidos. El desmonte ilegal, la voracidad inmobiliaria, la explosión demográfica y la falta de planificación conjugaron las condiciones para un desastre que no fue natural, sino político. 

Zapatillas perdidas en toneladas de barro y agua | Imagen: Santiago Rocchietti - Colectivo Manifiesto
Zapatillas perdidas en toneladas de barro y agua | Imagen: Santiago Rocchietti - Colectivo Manifiesto

La catástrofe puso al desnudo la nula planificación urbana de las ciudades que se fueron poblando sin control y construyendo sobre veras de ríos y arroyos. Las localidades más afectadas fueron Villa Allende, Mendiolaza, Unquillo y Salsipuedes.

La tormenta, que según especialistas fue la más fuerte en los últimos 40 años en la zona, se llevó todo a su paso. Casas, puentes, vados y pasarelas, plazas, escuelas, comercios y también vidas. La cifra oficial indica que ese oscuro día terminó con 9 víctimas fatales, pero las asambleas vecinales sostienen que fueron más. Las destrucción fue total y las consecuencias inconmensurables.

Desolador paisaje en febrero de 2015 | Imagen: Ezequiel Luque - Colectivo Manifiesto
Desolador paisaje en febrero de 2015 | Imagen: Ezequiel Luque - Colectivo Manifiesto

“Fue un tsunami que cayó del cielo”

La frase le pertenece al ya fallecido gobernador José Manuel de la Sota. La dijo horas después de la tragedia en una conferencia de prensa intentando desligarse de responsabilidades. Luego de las inundaciones la Provincia se comprometió a reconstruir las zonas afectadas, brindar ayuda económica y establecer una red de sistemas de alertas tempranas. Algunas promesas fueron cumplidas y otras no, según los vecinos. 

A 10 años de las inundaciones el paisaje de Sierras Chicas luce distinto, pero los problemas siguen siendo los mismos. Los vecinos continúan resistiendo y luchando contra el desmonte del bosque nativo, el asentamiento de negocios inmobiliarios y la desatención de gobiernos ante las problemáticas ambientales, como la escasez de agua.

A 10 años del 15F, las esquirlas del trauma de esta catástrofe siguen impactando en la comunidad de Sierras Chicas. 

“Los ríos no olvidan, los pueblos tampoco”

Bajo este lema, varias organizaciones y asambleas vecinales de distintos poblados de Sierras Chicas convocan a distintas actividades durante toda esta semana. Se trata de un ejercicio de memoria colectiva con la idea de no dejar caer en el olvido los eventos del 15F y para seguir reclamando por políticas ambientales serias para afrontar los problemas que aquejan a la región.

Organizan: AMU – Casita Verde – Biblioteca Tere Andruetto – Colectivo por la Memoria – Cuando el río suena - Asamblea de Brigadistes Comunitaries ABC – Sayana - Sembradores Serranos – Brigada Chiviquín – Universidad Trashumante – Mendiolaza Viva – Consejo Municipal de Ambiente de Villa Allende - Familia ICEU - Casa 29 - Comisión Vecinal de Barrio Los Cigarrales

Las actividades de la semana
Las actividades de la semana