Una fiesta electrónica con cerca de dos mil personas y la construcción de una cancha de fútbol en el predio de la Estancia Jesuítica de Jesús María abrió una investigación en el fuero federal que tiene como imputados al director de espacio, Carlos Ferreyra, y a tres empresarios de la zona.

"Lo que investigamos es la realización de una fiesta en un lugar que es patrimonio cultural histórico y que está sometido a una competencia especial de la Secretaría de Cultura de la Nación que había sido requerida para una autorización de hacer este tipo de eventos y había sido negado el permiso", afirmó el fiscal Maximiliano Hairabedian.

Fiesta electrónica y cancha de fútbol: imputan al director de una estancia jesuítica en Córdoba

El evento se habría realizado el 4 de enero pasado bajo con una convocatoria que llamaba a vivir el  “Año Nuevo en el Museo”.

Pese a contar con habilitaciones municipales, personal policial asignado y servicios de emergencias disponibles, la denuncia apunta la intervención del sitio declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en el 2000 sin autorización a nivel nacional.

"Acá el problema no es la realización de una fiesta sino hacerla en un lugar que es patrimonio de la humanidad, que requiere cuidados especiales y permiso especiales para cualquier intervención que pueda afectarlo", dijo el fiscal federal a cargo de la investigación.

Junto al director de la estancia jesuítica también fueron imputados tres empresarios locales que estuvieron a cargo de la organización del evento: Gustavo Cadamuro, Mariano Miretti y Carlos Garrido.

En paralelo a las pesquisas en torno a la fiesta electrónica, la denuncia también incluye la utilización de una zona protegida para la construcción de una cancha de fútbol.