"Argentina avanza hacia un modelo sanitario más libre, transparente y preventivo", el título del documento divulgado este lunes por el Ministerio de Salud, que anticipa, entre otros puntos relevantes, una "revisión de organismos nacionales de salud" con el objeto de "ordenar, actualizar y transparentar estructuras y procesos que durante años funcionaron con escasa supervisión".

El documento fue difundido luego de que el ministro de Salud, Mario Lugones, se reunió con el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert Kennedy Jr.

El documento del ministerio, que se supone -por lo expresado- pondrá el foco en las estructuras y sus funcionamientos, es una muestra más de los puntos de contacto entre los Gobiernos de Estados Unidos y Argentina.

Se desprende de lo comunicado, que dos industrias estarán bajo análisis: la alimenticia y la farmacéutica. Sobre el área de alimentos, el ministerio que conduce Lugones tiene en análisis prohibir los colorantes sintéticos derivados del petróleo que se utilizan mayormente en golosinas.

Ministerio de Salud de la Nación on Twitter / X

Sobre los medicamentos, fue anticipado que “se pondrá bajo revisión el uso de autorizaciones rápidas (fast-track)”.

De esta manera, desde el Ministerio de Salud buscarán la profundización de “una revisión estructural de los entes nacionales del sistema sanitario” para “ordenar, actualizar y transparentar estructuras y procesos que durante años funcionaron con superposiciones, normas obsoletas y escasa supervisión”.

“El sistema debe servir a las personas y no a la burocracia”, expresa el documento emitido este lunes. Habrá que esperar, de ahora en adelante, la implementación práctica de lo declarado

Y si de coincidencias se trata, el ministerio de Lugones -cercano al poderoso Santiago Caputo-, tiene entre sus prioridades la salida de la Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), deseo ya expresado por el propio presidente Javier Milei.

X de Ministerio de Salud de la Nación

“Argentina reafirma su decisión de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hoy la evidencia indica que las recetas de la OMS no funcionan, porque no están basadas en ciencia sino en intereses políticos y estructuras burocráticas que se resisten a revisar sus propios errores. Lejos de corregir el rumbo, la OMS ha optado por ampliar competencias que no le corresponden y condicionar la soberanía sanitaria de los países”, se lee en el texto oficial.